Pensamiento Estratégico: Responder en lugar de reaccionar


Pensamiento Estratégico: Responder en lugar de reaccionar

 

–El Pensamiento Estratégico siempre busca colocar al individuo en posición ventajosa respecto a las otras personas con las que exista el trato de algún asunto.

Para conseguirlo exige Respuestas del individuo ante las situaciones que deban tratarse, nunca reacciones.

El Pensamiento Estratégico es completamente racional: analiza, entiende, asimila y elabora información para usarla a su favor desde el equilibrio con lo racional.

Quien Responde, por otra parte, tiene control de la situación.

–La mayoría de las personas reacciona más veces de las que responde racionalmente. Esto es natural, y por ello mismo constituye importante oportunidad para quién decide actuar estratégicamente.

Las personas que alcanzan destreza en el arte de Responder y no reaccionar en las interacciones personales, consiguen importante DOMINIO de los eventos, bien se traten de diálogos en la intimidad familiar, esfuerzos de Ventas, orientaciones, órdenes o directrices, negociaciones, etc.

El que opta por Responder, en lugar de reaccionar en las relaciones con otras personas, debe tomar en cuenta lo siguiente:

1.- Conocer con anticipación y profundidad a la persona (s) con la que se desarrollará la interacción.

–Este conocimiento genera Poder, permite activar argumentos y posiciones en consideración de lo que quiere o representa la otra parte, y también evita tratar lo que no sea posible o viable.

Por otra parte, cuando efectivamente se conoce a la persona con la que se va a interactuar, resulta sencillo suponer que pueden tomarse las medidas y recaudos necesarios para controlar la interacción en la medida que se quiere.

2.- Escuchar mucho más de lo que se hable.

–Privilegiar una posición pasiva en lugar de una activa. La Respuesta es siempre un Producto del carácter que tomen las cosas, no es una iniciativa.

El Pensamiento Estratégico aplicado a una interacción deja que la otra parte exponga sus “cartas” primero, permite que “el otro” se desenvuelva con libertad. De esta manera conoce fundamentos, argumentos y posiciones sobre las que podrá actuar en su momento.

3.- El Tiempo debe ser una variable que juegue a favor, nunca en contra.

–Quien tiene el Tiempo en contra para hacer prevalecer un argumento o posición se verá obligado a Reaccionar muchas más veces que aquellas en las que pueda hilvanar una respuesta.

Quien tiene el Tiempo en contra no debe involucrarse en una interacción de importancia, mucho menos en una donde otros apliquen premisas de carácter estratégico.

4.- El Pensamiento Estratégico Gana siempre en una interacción.

–Si no gana el argumento o la posición, entonces gana tiempo. Esto es lo que permite el hecho de trabajar con Respuestas y no reacciones.

Si no se sabe o no se tiene una Respuesta para una situación determinada, entonces se debe ganar el tiempo necesario para hilvanarla y evitar una reacción que se encuentre fuera de control.

Ganar siempre, ésta es la premisa: ganar un argumento, una posición o tiempo para hacer posible alguna de las dos primeras.

5.- El Pensamiento Estratégico que trabaja con Respuestas, domina la Pausa.

–En toda interacción en la que se busque hacer prevalecer una posición o un argumento deben activarse frecuentes y prolongadas Pausas.

La Pausa ayuda a que se medite y active la Respuesta, la Pausa evita la reacción descontrolada. La Pausa es el combustible de la racionalidad de la misma forma que la premura lo es de las emociones.

6.- Quien trabaja una interacción en base a Respuestas y no reacciones, corrige rápidamente todo argumento o posición equivocada.

–Si es la otra parte la que posee una ventaja en determinado momento de la interacción, el Pensamiento Estratégico corrige o modifica los argumentos y posiciones débiles. Éste es otro tipo de Respuesta, una que evita el surgimiento de una reacción desde posiciones débiles o vulnerables.

7.- El arte de la Respuesta en lugar de la reacción se consuma con la habilidad de Anticipación o la capacidad de prever las respuestas del otro.

Quién domina el arte de la Respuesta anticipada, adopta la mecánica del 1-2-3 para controlar la interacción: 1 = primera respuesta, considerando 2 = reacción, para efectuar 3 = segunda respuesta.

Este es el proceder típico de los jugadores de ajedrez: se mueve una pieza en el tablero conociendo la respuesta que ello tendrá del oponente y teniendo preparada la segunda respuesta.

–Esta es, posiblemente, la bondad final y más importante de privilegiar Respuestas sobre reacciones. Por otra parte es el costo mayor que puede pagar quién no decide actuar estratégicamente y sucumbe frecuentemente a sus emociones y pasiones.

Escrito: Carlos Nava Condarco 





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